domingo, 27 de septiembre de 2015

Salto de fé


  Recientemente, el Papa visitó Cuba y Estados Unidos, pero ¿Por que no visitó México? El caso de Ayotzinapa influyó en que no quisiera visitar nuestro país.

  El año pasado, Enrique Peña Nieto visitó el Vaticano. Ahí se reunió con el Papa y le extendió una invitación a venir a México, la cuál aceptó.

  Su visita había sido negociada por la entonces subsecretaria de Gobernación para Asuntos Religiosos y el secretario de Estado de El Vaticano. El Papa Francisco llegaría a la ciudad de México y oficiaría una misa en Ciudad Juárez, donde se refería a la migración. De ahí cruzaría el puente internacional para entrar a Estados Unidos por El Paso. En ese entonces aún no sucedía el crimen contra los normalistas. Después del 26 de septiembre, el Papa pidió ir a la normal de Ayotzinapa para oficiar una misa para los familiares de las victimas. No sucedió Sin misa por los normalistas, esbozaron, no habría visita.


  El 22 de diciembre, Christophe Pierre, el nuncio apostólico ofició la misa de Navidad en la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, donde dijo: "La Iglesia camina con ustedes. Lo peor cuando uno sufre es sentirse solo. Yo sé que ustedes no están abandonados. ¡Estamos con ustedes! ¡También el Papa está con ustedes!

  El 4 de noviembre, la arquidiócesis de México dio a conocer la carta que había enviado a  los familiares de quienes perdieron la vida y los desaparecidos de Ayotzinapa, la cual decía: "No dejen que les arrebaten la esperanza que todos los seres humanos necesitamos para superar nuestros sufrimientos. La esperanza empuja a seguir luchando, a seguir viviendo con dignidad, a seguir trabajando por un mundo mejor". Era la primera secuela de lo que pensaba El Vaticano sobre el gobierno de Enrique Peña Nieto y el crimen en Iguala.

  El Vaticano estaba con los padres de los normalistas, pero no con los intereses políticos detrás de esa causa. Varias organizaciones católicas habían jugado un papel central en la lucha contra las desapariciones forzadas y que algunos de sus cabezas  estaban muy activos en el caso de Ayotzinapa.
  
  El gobierno nunca leyó los mensajes de El Vaticano, ni tomó en cuenta a sus representantes en México. 

  Así, pues, decidió entrar a Estados Unidos por Cuba.

Fuente: El Financiero, Opinión, Raymundo Riva Palacio, 24/09/2015.


JM Monero

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